FUNDACIÓN DEL COLEGIO MAESTRO ÁVILA Y SANTA

 

TERESA POR EL

 

R. P. LUDOVICO DE LA VIRGEN DEL CARMEN

 

(24 de noviembre de 1906 - 4 de agosto de 1974)

 

 

 

El P. Ludovico de la Virgen del Carmen (Saturnino Lorenzo Garrachón) nació el 24 de noviembre de 1906 en Villamorisca, pueblecito de la provincia de León. Ultimo de los cinco hijos del matrimonio de los Castellanos Viejos palentinos Mariano Lorenzo Gil y Juana Garrachón Blanco, de acendradas virtudes cristianas, como lo demuestra el simple hecho de haber dado a la Iglesia a cuatro de los mismos: dos Hnos. Maristas y dos Carmelitas Descalzos. El mayor de los hermanos y único superviviente de esta levítica familia, Valeriano de nombre, es un hombre de tal valía y prestigio dentro de su Congregación, que llegó a ser Vicario General de la misma. El otro Hno. Marista, Anastasio, fue fundador de varios y prestigiosos colegios en tierras americanas de la misma Congregación. Carmen, la única hermana, vivió siempre con su madre, pertenecientes ambas a la Venerable Orden Tercera del Carmen, siendo ejemplo y dechado de virtudes cristianas cano pueden atestiguar cuantos las conocieron y trataron.

 

El P. Ludovico cursó los primeros estudios como aspirante a Carmelita en el Colegio que la Orden tenía en Valladolid, de donde pasó al Noviciado de Segovia, formando su espíritu con las mejores esencias carmelitanas junto al sepulcro de S. Juan de la Cruz y uniéndose a Dios con la emisión de su profesión religiosa el día 21 de enero de 1.923, unión que resultaría definitiva y fecunda para la Iglesia y para la Orden. Realizados con aprovechamiento los estudios filosóficos y teológicos en los distintos colegios de la Orden, fue ordenado Sacerdote el día 14 de Junio de 1.930.

 

El P. Ludovico iba a desplegar una extraordinaria actividad, pero donde iba a dejar patentes muestras de su talento y su talante fue en la muy Noble, muy Antigua y muy Afable Ciudad de Almodóvar del Campo.

 

Por la historia que para el Carmelo Teresiano tiene la ciudad de Almodóvar, donde se celebró el primer Capitulo de la Reforma Teresiana con asistencia de S. Juan de la Cruz y dos veces visitada por Santa Teresa, y por la grata impresión que le produjo en su rápida visita, ya no le abandonó la idea de que, de fundar, siempre sería preferible hacerlo en Almodóvar.

 

El 25 de octubre de 1.945, a las cinco de la tarde llegaba el P. Ludovico a la plaza de S. Benito de Almodóvar en un camión que transportaba los pobres enseres para la nueva fundación adquiridos en una tienda de compra-venta de Toledo, gracias a un préstamo de diez mil pesetas otorgado por el Director del Banco de España de la Ciudad Imperial. Acompañaban al P. Ludovico el Hno. Manuel (antiguo ermitaño de Córdoba), un perrito (Manolete) y un gato (Molotof). Otros dos Padres completaban la Comunidad, el P. Gonzalo Uriz, que llegó al día siguiente, y el P. Rodrigo, que lo haría días después.

 

El P. Ludovico tomó posesión de la Parroquia con asistencia de varios religiosos Carmelitas de Madrid y Toledo. Al final de la tarde se congregó el público en la iglesia y glorieta del Carmen. Los religiosos con sus capas blancas y el P. Ludovico con la pluvial trasladaron procesionalmente la imagen de la Virgen del Carmen a la Parroquia, desde cuyo púlpito el P. Ludovico se presentó al público que llenaba totalmente el templo.

 

El Sr. Obispo encargó también a los Padres la asistencia a las parroquias de Retamar (a 12 kms) y de Tirteafuera, pueblo del Dr. Pedro Recio y Agüero, célebre médico de Sancho Panza en la Ínsula Barataria (a 9 kms).

 

La tenacidad del P. Ludovico fue bien probada pocos años después cuando los elementos se desencadenaron contra su obra tan querida. En efecto, en la tarde del día 4 de agosto de l.959 se desencadenó una formidable tormenta con tal cantidad de agua, que descendiendo en torrentera de la sierra, destrozó por completo la huerta y entrando en la iglesia del Carmen por la puerta de la sacristía, se almacenó en el templo hasta alcanzar cuatro metros de altura, destrozando altares y arrancando hasta el ostensorio para la exposición del Santísimo. El barro se extrajo a carros y hubo de procederse a su restauración.

 

 

 

FUNDACION DEL COLEGIO DE ENSEÑANZA MEDIA

 

D. Tomás García de la Santa Casanueva regentaba una Academia enAlmodóvar y al ganar las oposiciones a cátedra de Instituto, rogó alP. Ludovico que se encargara de dicha Academia y de aquí le nació la idea de fundar un colegio de Enseñanza Media.

 

Ya había dirigido el P. Ludovico una Academia de este tipo en Ceuta durante los dos años que permaneció allí como Oficial de Artillería. Se llamaba Academia Cervantes, fundada por el Coronel D. Pedro Ardila cuando era Capitán. Al ascender a Coronel hubo de dejarla y como la tenía mucho cariño pidió al P. Ludovico que la tomara a su cargo. La dirigió el P. Ludovico hasta su salida para el frente de guerra y se la ofreció al P. Capuchino Fr. Mauricio de Begoña.

 

Con esta experiencia y con la idea de que sería una buena obra de apostolado para formar a la juventud, se inauguró el colegio el día 15 de octubre de 1.946 con el nombre de COLEGIO INTERNADO MAESTRO AVILA Y SANTA TERESA.

 

 

CONSTRUCCION DE UN NUEVO EDIFICIO

 

Esta fue la gran obra del P. Ludovico y la niña de sus ojos.

El año 1.953 la Dirección General del Ministerio de Agricultura dispuso que los religiosos carmelitas desalojaran en el más breve espacio de tiempo posible la Escuela de Olivicultura y Elaiotecnia donde vivían.

Se le presentaba al P. Ludovico el gran problema: la construcción de un nuevo edificio. Esta sí que fue la verdadera piedra de toque que había de demostrar el temple y las extraordinarias cualidades de este religioso privilegiado.

 

El día de S. Juan Bautista fue invitado a tomar café a la casa de las hermanas Lucía y Josefa Puldain, que celebraban el santo de suhermano Juan Bautista. Entre éste y su hermano José María, ambos aparejadores, trazaron unos planos elementales para construir un sencillo edificio donde trasladarse los religiosos. Pero no se hizo nada de momento.

El P. Ludovico pidió a su buen amigo D. Javier García Lomas, arquitecto de Madrid, unos planos para el nuevo colegio. Los planos resultaron preciosos, pero éste no se apercibió claramente de que nunca estarían al alcance de la pobre economía conventual.

 

Volvió a hablar con D. José María Puldain, quien ideó un proyecto a gusto del P. Ludovico, comprometiéndose a realizarlo por tres millones y medio de pesetas. La suerte estaba echada, pero entonces comenzaron para el P. Ludovico las grandes preocupaciones de tipo económico.

 

Solía ir el P. Ludovico a pasa todos los veranos unos días de vacaciones a Ondarroa, donde vivía su amigo D. Santiago de Irala y Madariaga. Sentados una tarde en el parque le dijo el P. Ludovico: “Yo no puedo gozar de esta extraordinaria temperatura porque llevo dentro la gran preocupación de tener que edificar un colegio, puesto que nos han mandado desalojar el edificio donde vivimos”; a lo que contestó D. Santiago: “Para que se anime le regalo la era para construirlo y el primer millón de pesetas".

 

Con esta promesa el P. Ludovico no tuvo paciencia para terminar sus vacaciones y regresó inmediatamente a Almodóvar para firmar el contrato con el Sr. Puldain.

 

Las obras comenzaron rápidamente y la primera piedra se colocó, asistencia de las autoridades locales, el día 24 de noviembre de 1.953.

 

La Provincia colaboró con seiscientas mil pesetas. Con esto, más un préstamo del Banco Hipotecario de setecientas mil, siguieron las obras adelante. Faltaban un millón doscientas mil pesetas y, a pesar de los apuros, la Divina Providencia, en la que el P. Ludovico siempre confió que le echara una mano para llevar a feliz término la obra, le echó las dos, como él solía decir. El nuevo colegio fue inaugurado oficialmente el día 15 de octubre de 1.955.

 

Si a todo esto añadimos su fama de gran orador, su fecunda labor de párroco, profesor de Religión e Inglés del colegio, Director hasta su muerte de la V. O. T. del Carmen, familia carmelitana donde era el indiscutible "Padre", su extraordinario don de gentes y su porte de gran señor, y lo era, aunque no a la manera del mundo, tendremos una idea aproximada de la talla humana, sacerdotal y carmelitana del P. Ludovico.

 

 

ENFERMEDAD Y MUERTE

 

Víctima de una microtrombosis cerebral iniciada en la madrugada del día 24 de junio de 1.974 y después de una pasajera recuperación, que hizo concebir de momento las mejores esperanzas, entregaba santamente su alma a Dios al anochecer del día 4 de agosto del mismo año.

 

El sepelio revistió una desusada y emocionante solemnidad. Además de los numerosos sacerdotes cooficiantes, presidían el duelo sus familiares y la Corporación Municipal en pleno, abriendo paso la Banda Municipal con marchas fúnebres. Se cerraron los comercios, y puede decirse que todo Almodóvar en masa, entre lágrimas y sollozos claramente perceptibles, acompañó a su querido P. Ludovico en su último adiós.

 

Descanse en paz este ilustre hijo del Carmelo, espejo y ejemplo de todo genuino quehacer humano y divino.

 

 

RECONOCIMIENTO Y HOMENAJE

 

En Julio de 1.971 en reconocimiento de tantos años quemados en aras de la promoción religiosa y cultural de Almodóvar, la Corporación Municipal con su Alcalde al frente, D. Germán Inza Villa, y después de los hoy nada fáciles trámites reglamentarios, le nombró HIJO ADOPTIVO de la ciudad, dedicándole una céntrica calle de la misma, en una inolvidable fiesta de auténtica resonancia popular.

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